BALCHÉ






                                            




 El balché

El balché, era y es la bebida sagrada por excelencia de los mayas, la consumida en todas las ceremonias mayas. Thompson (1998), afirma que, "El Dios del balché, según el diccionario de Motul, Acán es Dios del vino, nombre que aplicaron al balché los primeros autores. Acán significa; entre otras cosas, "bramar", y quien quiera haya oído las voces de los mayas borrachos podría sentirse inclinado a establecer la relación. Es probable que los dioses de los apicultores fueran también patronos del balché, ya que éste es miel fermentada con adición de corteza del árbol llamado balché (Thompson, Op.cit:1998:376).
Pero sobre todo, el balché es un vino preparado con la corteza de un árbol del mismo nombre, su preparación es como sigue: se pone a hervir la corteza del árbol para quitarle lo amargo, después se pone ha secar para posteriormente hervir con agua virgen, de cenote o de río no contaminado, para que la corteza "suelte" la esencia y el color, hay quien lo deja de dos a tres días para que fermente, algunos suelen agregarle miel (también hay quien le agrega azúcar o aguardiente). Tiene un color rosa pálido y un sabor dulce. Se sirve en jicaritas y se distribuye entre todos los que participan en la ceremonia. Es importante remarcarlo, que solo se consume en las ceremonias, pues es sagrado, incluso está el Dios del Balché.
El balché tenía dos usos básicos entre los mayas:
1) purificaba
2) producía ciertos estados de conciencia
En el primer uso, se dice que el balché ayudaba a purificar a la persona para poder estar en la ceremonia, era la pureza ritual requerida, de ahí la necesidad de que el agua para preparar el balché fuera "virgen", además dice Thompson, que el balché ayudaba a la pureza por ser purgativo, el hombre se limpiaba (Ibid:232).
Entre los mayas de Chiapas, de mediados del siglo pasado, cuentan que, "El Balché tiene cualidades medicinales, produce un efecto laxante. Felipe me contó que un día Chan K´in tenía una infección intestinal que ningún remedio había curado, tomó entonces la bebida sagrada y sanó al otro día. De cualquier manera, es menos malo que el aguardiente. Que han introducido los ladinos. Es menos fuerte y debe tomarse exclusivamente en los rituales religiosos" (Duby, 1955:47).
En el segundo caso, para los mayas la naturaleza poseía innumerables misterios que no se mostraban en el mundo visible pero que eran tan reales como estos, a los que el hombre sólo podía acceder en estados especiales de conciencia.
Entre los mayas eran utilizadas sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas como el balché para estimular la conciencia o que permitieran entrar en trance con ellas; "Los hongos y plantas capaces de provocar esos estados de conciencia, o, en la concepción indígena, de permitir al espíritu transponer los umbrales hacia otras dimensiones de la realidad, se consideraban divinos. En los hongos y las plantas sagradas radican deidades que se integran al hombre que los ingiere, para sacralizarlo y dotarlo de poderes sobrehumanos que lo ayuden a vincularse directamente con los dioses, a ascender al cielo, a bajar al inframundo, a recorrer largas distancias y a conocer las causas ocultas de las cosas." (Garza De la, Op.cit:169). Estas plantas y hongos son considerados divinos pues permiten pasar de un estado profano a uno sagrado, mediante ellas se adquieren poderes sobrenaturales que permiten percibir lo invisible, lo mágico. El poder de estas plantas y hongos es tal que para cualquiera que las ingiera sin conocimiento puede ser mortal, sólo los chamanes que son "los que saben ver", "los sabios", las pueden manejar.
Así, el balché permitía estar en el mundo sagrado, trascender, entrar en contacto con lo que no podemos ver o tocar en el mundo profano, permitía estar en lo real, tratar de descifrar el misterio que encierra la naturaleza.
Hoy en día el balché, es la bebida sagrada más consumida en las ceremonias y por lo tanto la más conocida, incluso para muchos mayas sólo existe esa bebida sagrada.
Fuente:http://sincronia.cucsh.udg.mx/mennacortes03.htm

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