La orden de acabar con el mezcal iba en serio y la Iglesia se involucró.
Elizacoechea, Obispo de Valladolid (hoy Morelia, Michoacán), dio la orden de excomulgar a cualquier vendedor y consumidor del mezcal. Después, como burla, así se denominó a una variedad del mezcal que se sigue consumiendo en esa zona del país.
Préndete con este mezcal(Trifonov_Evgeniy/Getty Images/iStockphoto)
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Azotes, destierro y perdidas de propiedades… todo por consumir alcohol
La Ley Seca de los españoles no iba solo contra el mezcal,
también se persiguió el tequila, pulque y cualquier otro destilado de
los nativos.
“Los integrantes del Juzgado de BebidasProhibidas
fueron los encargados de aplicar severos castigos a los infractores,
estos consistieron en caso de tratarse de un español sufrir la pérdida
de sus bienes y el destierro de la ciudad de residencia. Los
pertenecientes a otra raza recibirían azotes. Pero no sólo se castigó a
los productores sino también a los taberneros y a los vinateros y a los
dedicados a elaborar alambiques”, así lo explica Betania Rodríguez Pérez
en su investigación Embriaguez y delitos en Guadalajara a fines del
periodo colonial.
Eso sí, debido a la popularidad del mezcal la bebida fue
perseguida con más fuerza que otros destilados, por lo que su venta y
consumo estuvieron prohibidas en la mayor parte del territorio
novohispano durante el periodo virreinal.
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