La química del exocarpio subsuperficial del mangostán abarca una serie de ácidos polifenólicos que incluye xantonas taninos, los que aseguran una astringencia que inhibe la infestación de insectos, hongos, virus de plantas, bacterias y la depredación de animales, mientras el fruto está inmaduro. Los cambios de color y ablandamiento del exocarpio son los procesos naturales de maduración que indican que la fruta se puede comer y que las semillas han terminado su desarrollo.[1]
El mangostino produce una semilla recalcitrante y debe mantenerse húmedo para permanecer viable hasta la germinación. Las semillas de mangostino son nucelares en origen y no el resultado de la fecundación, germinan tan pronto se retiren de la fruta y mueren rápidamente si se permite que se sequen.[2]
Una vez que la fruta mangostán en desarrollo ha detenido su expansión, se aletarga la síntesis de clorofila y se inicia una nueva fase de coloración. Primero con estrías de color rojo, la pigmentación exocárpica pasa de verde a rojo y a púrpura oscuro, lo que indica la fase final de maduración. Este proceso tiene lugar durante un período de diez días en el cual la comestibilidad de la fruta llega a su máximo.
El endocarpio comestible del mangostán botánicamente se define como un arilo con la misma forma y tamaño de una mandarina de 4 a 6 centímetros de diámetro, pero de color blanco. El círculo de arilos cuneiformes contiene 4 a 8 segmentos, los más grandes portadores semillas apomícticas que no son comestibles a menos que se tuesten.
A menudo se describe como una delicia, los arilos ofrecen un aroma muy delicado, cuantitativamente tiene alrededor de 400 veces menos componentes químicos que las frutas fragantes, lo que explica su relativa sutileza.[3] Los principales componentes volátiles poseen tonos acaramelados, de pasto y mantequilla, como parte de la fragancia del mangostán están el hexil acetato, hexenol y el α-copaeno.
En la parte inferior de la exocarpio, orillas que son el remanente del estigma, aparecen ordenados como los radios de una rueda y corresponden al número de secciones del arilo.[4] Los mangostinos llegan a edad frutal en a lo menos 5 a 6 años, pero lo normal es de 8 a 10 años.[5]
Hay una leyenda sobre la Reina Victoria ofreciendo una recompensa a quien pudiese entregarle la fruta afamada.[6]Es un árbol netamente tropical, sólo puede crecer en condiciones consistentes de calor, exposiciones a temperaturas por debajo de 4 °C (40 °F) generalmente matarán una planta madura.
Debido a restricciones en importaciones, el mangostán no es comunmente disponible al público. Como resultado de exportaciones desde sus regiones normales de crecimiento en el Sudeste Asiático, la fruta fresca está disponible en temporadas en algunos mercados muy especializados y raramente en secciones de frutas en supermercados de Norte América y Europa. El mangostán y sus productos relacionados, tales como jugos y suplementos nutricionales se importan legalmente a Estados Unidos de América ahora que se retiró una prohibición en el 2007.
El mangostán se obtiene con facilidad enlatado y congelado en los países de Occidente. Sin fumigación o irradiación como fruta fresca, la importación del mangostán ha sido históricamente ilegal en volúmenes de carácter comercial hasta los puertos de EEUU debido a procupaciones de que traen la mosca de la fruta asiática Tephritidae, que pondría en peligro los cultivos en EEUU. Esta posición cambió oficialmente el 23 de julio del 2007, cuando importaciones irradiadas desde Tailandia fueron aprobadas por la USDA.[7]
Del 2006 a la fecha, embarques de bajo volumen privados de frutas cultivadas en Puerto Rico llegan para satisfacer la demanda de restaurantes gourmet de EEUU quienes sirven los arilos como un postre gourmet.[8] En 2007, por primera vez, mangostán fresco también se vende en tiendas de delicatessen por precios hasta de 45 dólares la libra en Nueva York.[9]
Antes de madurar, la cáscara del mangostán es fibroso y firme, se hace cada vez más blando y fácil de abrir al madurar la fruta.
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